top of page

Un cerdito de cuarzo rosa.

  • Writer: STAN HOUSE
    STAN HOUSE
  • Jul 9
  • 2 min read

Updated: Aug 5

Porque a veces la energía también tiene orejas.


Pink crystal sculpture resembling a bear on a white background, with visible marbling and smooth, rounded features.

En STAN HOUSE creemos que algunos objetos dicen más de lo que parece. Este cerdito de cuarzo rosa, tallado a mano, es uno de ellos. Puede parecer un adorno —y en parte lo es— pero detrás de su forma amable hay una idea clara: traer algo que te haga bien, sin pretender demasiado.


Está elaborado en cuarzo rosa mexicano, un material que muchos asocian con el amor. Pero no con el amor idealizado ni los gestos exagerados. Nos referimos a ese amor discreto, presente, que no necesita hacerse notar.


Representarlo en forma de cerdito puede parecer inusual, pero tiene lógica: lo vuelve accesible, cotidiano. Le resta solemnidad y lo convierte en una pieza que puede habitar cualquier espacio, sin necesidad de justificar su presencia.




Cada cerdito existe porque alguien lo quiso, lo pensó y lo imaginó en cierto espacio. Y eso lo hace distinto desde el inicio. 




Esta figura no está en stock. Es una pieza artesanal hecha bajo pedido, lo que significa que cada cerdito existe porque alguien lo quiso, lo pensó, lo imaginó en cierto espacio. Y eso lo hace distinto desde el inicio. No es un producto masivo ni una decoración genérica. Es un objeto pensado para durar, con intención.


Cada cuarzo es único. Algunos tienen vetas más marcadas, otras un tono más suave. La forma varía ligeramente de una pieza a otra porque todo está hecho a mano, sin moldes. Pero todas tienen algo en común: presencia, peso y sentido. No solo ocupan un espacio; lo habitan.




Muchos lo compran como regalo. Pero no como quien regala por salir del paso. Esto se da como se dice “pensé en ti”, “esto te haría bien”, o “me hizo sonreír, y pensé que a ti también”. No hace falta envolverlo en mística. Solo hay que dejarlo estar.


El cerdito de cuarzo rosa no tiene prisa. No busca llamar la atención. Pero cuando llega, se nota. Y se queda. Tal vez por eso, quienes tienen uno, lo cuidan tanto. Porque aunque sea pequeño, tiene algo que se siente bien tener cerca.





 
 
 

Comments


Social

Facebook

Instagram

 

Contact

Hola@stanhouse.com
Ámsterdam 210, Hipódromo, Cuauhtémoc, 06100 Ciudad de México, CDMX

© 2025 STAN HOUSE 
Asset 1_4x.png
bottom of page